Dulce triste analogía

El amor, el amor, el amor, la cosa mas bella que pueda existir =D

Podría analogar el amor como una planta, un ser vivo capaz de sentir

Ser vivo que inunda vuestra presencia con sensaciones inimaginablemente placenteras

Es obligación de los “interesados” estar al pendiente de este ser vivo, que es una pequeña planta

 que desea vivir a pesar de la adversidad con las menores laceraciones posibles, para cumplir

este cometido es necesario que los interesados la mimen, cuiden cada detalle para que esto

suceda,  es importante recordar que cualquier ser vivo necesita un espacio digno de si mismo para

poder desarrollarse y convertirse en esa inminente planta, belleza de la naturaleza que todos

esperamos y que incluso algunos creen imposible que tal cosa no pueda existir.

Sin embargo nunca, nunca cometan el error  de olvidar darle agua, en la cantidad y momento

necesario n_n,  siempre teniendo presente que este ser vivo puede darnos los mejores frutos

jamás pensados, lamentablemente nada de esto sucederá si no se cumplen los requisitos

necesarios, si este fuese el caso, la planta se convertirá en un pequeño objeto frágil y susceptible a

la mínima ventisca inesperada. Es por ello que el amor puede ser la cosa más bella que pueda

existir pero si no se tienen los debidos cuidados y atenciones puede pasar del sin fin de emociones

placenteras a provocar sentimientos de tristeza y dolor inimaginable, sentimientos sin nombre.

Pero tranquilos, la intención de estas líneas no es dar una preocupación mas a sus vidas, les

sorprendería lo sencillo que es cumplir con dichos requisitos, es cuestión de paciencia…

esa virtud que pocos poseen y muchos deben aprender a dominarla, convertirla en parte de

vuestra vida, si no logran conseguir dicho cometido, entonces creerán conocer el amor y lo

distorsionaran de tal modo que ustedes precisamente serán los que no cumplan los requisitos

para ver crecer esta planta que necesita del amor mutuo de los interesados, ese amor al que

llaman “correspondido” y otros se atreven a llamarlo “alma gemela”